¡Liberador! Esto es lo que el coaching ha representado para mí. Con Pilar hemos recorrido un proceso de orden personal en el que cada vez que una pieza se colocaba en su sitio, la siguiente ya se movía por sí misma.
A veces nos creemos que tenemos un muro delante y no se nos ocurre que hay mil maneras de atraversarlo. Sólo hace falta dar un paso atrás, observar y darle la vuelta a la situación.