La adolescencia es un momento de grandes cambios emocionales, mentales y físicos, de descubrimientos, de ganas de explorar y de comerse el mundo, pero también de dudas e incertidumbres en el ámbito personal y profesional. En esta etapa de crecimiento, un proceso de coaching puede convertirse en una gran herramienta para mejorar habilidades y competencias, dar respuestas, y tomar conciencia que cada uno/a ha ser responsable de su vida.

El proceso de coaching tiene muchos beneficios para los chicos y chicas, pero me gustaría destacar sobre todo estos siete:

Autoconocimiento: conocerte en profundidad, observar qué juicios y creencias tienes sobre tú mismo/a, como te hablas, qué recursos tienes a tu alcance y observar si hay algo que falla.
Descubrir talentos y habilidades: cuáles son tus talentos naturales en que te desarrollas con facilidad? Qué es el que se te da bien? Qué es el que necesitas aprender para conseguir aquello que te propones?
Aumento de la autoestima: aprender a aceptarse, a estimarse, a creer en tú. Durante esta etapa se producen muchos cambios físicos en nuestro cuerpo y aprender a aceptarlos es fundamental.
Saber qué te motiva, qué te apasiona. Saber qué quieres y que no quieres.
Orientación en el ámbito de estudios y de la entrada al mercado laboral. Conocer tus talentos te ayudará a escoger tus estudios, especialidades, carrera universitaria… de manera alineada a tu vocación o a tus pasiones.
Mejora de las relaciones interpersonales, de manera enriquecedora y constructiva.
Saber que siempre que lo necesites puedes encontrar el equilibrio y la paz interior potenciando una buena gestión de tus emociones.
Desde este mes de octubre, iniciamos el área de acompañamiento por adolescentes y jóvenes de la mano de en Guillem Muntan, para dedicar buena parte de nuestra energía al mejorar la vida de aquellos chicos y chicas que lo necesiten.