Una de las premisas de la PNL (Programación Neurolingüística) nos dice «no podemos no comunicar», es decir, excepto mientras dormimos, nos pasamos el resto del día comunicándonos con nosotros mismos o con los otros. La comunicación, este recurso del cual disponemos los humanos para interactuar entre nosotros, la hemos aprendido a base de prueba-error desde que éramos unos niños y desgraciadamente seguro que hemos constatado que es una de las fuentes más importantes de conflictos entre las personas.

Existen herramientas poderosos para mejorar la comunicación y, por tanto, mejorar las relaciones, ¿os animáis a practicarlas? ¡Manos a la obra, pues!

Una de estas herramientas es el rapport: la predisposición que tenemos para comunicar con el otro con el objetivo que se sienta bien interactuando con nosotros. Es cuando conectamos con el otro con intención.

Os pondré un ejemplo: seguro que habéis entrado en el ascensor de un parking y habéis encontrado una persona dentro. No hacer rapport sería entrar en el ascensor, no mirar ni decir nada a esta persona, picar nuestro piso, llegar, salir del ascensor y no mirar ni decir ni adiós a la persona. Hacer un poco de rapport seria entrar en el ascensor, mirar la persona, decir buen día con una sonrisa, llegar al piso y salir volviendo a mirar amablemente a la persona diciéndole «¡que pase un buen día!». Y así podríamos ir añadiendo elementos para sintonizar con esta persona.

La explicación científica del rapport se basa en qué en nuestra parte de mente subconsciente hay las llamadas neuronas espejo que son las responsables de escanear todo aquello que nos resuena de la persona que tenemos delante, es decir, capturan todo aquello que se asemeja a nosotros y que nos hace conectar y sentir cómodos con el otro: las palabras que utilizamos, la manera como nos comunicamos no verbalmente y el tono de voz con el que nos expresamos.

Por lo tanto, si observamos con atención como se comunica el otro (calibración) y adaptamos los siguientes elementos de manera muy sutil en nuestra comunicación (igualación), haremos que la otra persona conecte y se sienta cómoda con nosotros y podremos favorecer que nuestra relación sea más saludable y productiva.

Las 6 claves del rapport

  1. Expresiones faciales: acompañar con sutilidad los movimientos faciales: levantar las cejas, fruncir la nariz, morder el labio, etc.
  2. Postura: sincronizar el cuerpo con la postura del otro, puede ser con todo el cuerpo o alguna de sus partes.
  3. Movimientos corporales y gesticulación: acompañar cualquier movimiento del cuerpo que sea habitual o característico: tocarse la barbilla, pasarse la mano por el jefe, etc.
  4. Frases repetitivas: utilizar, de vez en cuando, las frases repetitivas (palabras muleta) que usa la otra persona.
  5. Voz: adaptarnos al volumen, la tonalidad, el timbre, las pausas, la entonación, el ritmo, la velocidad, etc.
  6. Recapitulación: hacer breves resúmenes del discurso que se está escuchando, capturando el esencial, utilizando las palabras clave empleadas.