¿Te gusta la Navidad y esperas impaciente que lleguen las fiestas señaladas para compartir con la familia y amigos? O bien, ¿desearías saltar directamente estas fechas del calendario porque no te sientes a gusto con todo lo que suponen?

Uno de los aprendizajes más importantes del crecimiento personal para una buena gestión de las emociones es vivir el presente. Por lo tanto, tanto si sientes como si no el espíritu navideño, te sugiero unas reflexiones que me han parecido útiles para compartir:

  1. Expectativas razonables. Procura no idealizar las celebraciones navideñas para no decepcionarte con ninguna situación ni con nadie en concreto. Tampoco te obsesiones con que seguro que vas a pasar un mal trago si eres de los que no les gusta especialmente esta época. Déjate llevar con la mejor predisposición para que las sensaciones que vivas sean plenas y satisfactorias en la justa medida en cada momento.
  2. Descansa. Dedica tiempo durante estos días para cuidar el descanso de tu cuero y de tu mente tras un año intenso. Si te encuentras en forma, disfrutarás plenamente y con actitud positiva cada experiencia que vivas durante estas fiestas. Además, podrás reflexionar sobre todo lo que has conseguido en 2016 y, lo que es más importante, ¡podrás celebrarlo como te apetezca!
  3. Valora aquello que sea más importante para tí en esta época navideña. Más allá del márqueting que nos invade y de los compromisos sociales, lo más importante es que tú estás aquí y ahora viviendo este momento, así que procura darle el sentido que a ti te haga más feliz y disfruta la experiencia.
  4. Prepara los nuevos propósitos. Ya has valorado los logros de 2017 y, en función del resultado, puedes empezar a pensar en qué te gustaría conseguir el próximo año, pero sólo reflexiona sobre ello desde el corazón, no desde la mente. Es decir, todavía no es momento de preparar estrategias sobre cómo lo conseguirás (esto lo trataremos en un próximo post), disfruta sólo de pensar qué te gustaría conseguir en tu vida con toda la ilusión de una mente abierta.
  5. Comprométete contigo mismo/a para pasar las mejores Navidades posibles. Lo que está claro es que tanto si te gustan como si no, no podemos obviar estas fechas señaladas. En pocos días formarán parte de nuestro presente, de nuestro aquí y ahora. Siempre comento que la gran libertad del ser humano es poder escoger cómo nos sentimos ante los hechos. Por lo tanto, la mejor opción es elegir tu mejor actitud para vivir las fiestas como a ti te parezca bien, disfrutando al máximo de la manera que escojas en cada momento.